Como profesional, es muy probable que ya te hayas enfrentado a un problema de batería durante la reprogramación de un vehículo. Podríamos pensar que una batería de coche debería ser lo suficientemente robusta como para soportar una sesión de reprogramación, pero desafortunadamente, no siempre es así.
En la mayoría de los vehículos, el voltaje nominal de la batería se encuentra entre 12,4 y 12,7 voltios. Sin embargo, existen diferentes tipos de baterías, entre ellas:
Batería de plomo-ácido: Son las baterías de coche tradicionales, que utilizan un electrolito líquido a base de ácido sulfúrico y agua. Son fiables y asequibles, pero pesadas y con una vida útil limitada en comparación con tecnologías más recientes.
Batería AGM (Absorbent Glass Mat): Las baterías AGM también son de plomo-ácido, pero utilizan una tecnología de separación con malla de fibra de vidrio absorbente para retener el electrolito. Son más ligeras que las baterías tradicionales y resisten mejor las descargas profundas. Se encuentran a menudo en vehículos de alta gama y sistemas start-stop.
Batería de gel: Son una variante de las baterías de plomo-ácido, que utilizan un electrolito en forma de gel en lugar de líquido. Son selladas, resistentes a las vibraciones y a temperaturas extremas, y se usan comúnmente en vehículos recreativos y todoterreno.
Batería de ion de litio: Estas baterías son cada vez más populares en vehículos modernos de alta gama debido a su ligereza y capacidad para suministrar una potencia elevada. Suelen encontrarse en vehículos deportivos como el Porsche 992 GT3. Sin embargo, es importante tener en cuenta que son sensibles al frío y requieren una carga regular mediante un estabilizador de batería si el vehículo no se utiliza con frecuencia.
Por lo tanto, a menudo es difícil determinar el tipo y estado de la batería, ya que esto depende de la antigüedad y el uso del vehículo. Por eso, es esencial utilizar un cargador de batería potente para compensar la falta de energía al realizar una reprogramación.
Consumo eléctrico
Cuando activas un vehículo, la luz del techo se enciende y algunas funciones del sistema de entretenimiento se inicializan. Estos consumidores de energía normalmente no tienen un gran impacto en la batería, y el sistema de entretenimiento se apaga rápidamente si el vehículo no está bajo tensión. Sin embargo, cuando realmente pones el vehículo bajo tensión, todos los sistemas y unidades de control se encienden, preparando el coche para el arranque. Es en ese momento cuando la batería se ve fuertemente exigida por un consumo energético considerable.
Este alto consumo de energía provoca una disminución progresiva del voltaje de la batería, que puede caer por debajo de los 12 voltios. Es fundamental tener en cuenta que las numerosas unidades de control presentes en el vehículo funcionan a 12 voltios o más. Algunas, como la unidad ME2.8, incluso requieren un voltaje superior a 12,5 voltios para ser reprogramadas. Las especificaciones del fabricante suelen indicar que se necesita una tensión de 13 voltios para llevar a cabo una reprogramación, y no es un detalle menor.
Elección del cargador
En el mercado, existe una multitud de cargadores de batería a diferentes precios, lo que puede dificultar la elección. Es crucial comprender la importancia de un cargador potente, que se mide principalmente en términos de intensidad (expresada en amperios, “A”) para un voltaje dado (expresado en voltios, “V”). Cuantos más consumidores de energía estén activos y cuanta más potencia (expresada en vatios, “W”) demanden, mayor será la intensidad requerida por la batería, llegando en algunos casos a más de 80A.
Por eso te recomendamos el cargador GYS en su versión 100-12 HF. En su modo “diagnóstico”, es uno de los pocos cargadores capaces de suministrar hasta 100A de intensidad para una tensión ajustable de hasta 14 voltios. Te sorprendería ver que los valores pueden ser elevados, especialmente si dejas accesorios como los faros o el aire acondicionado encendidos.
Además, el cargador GYS 100-12 HF ofrece varios modos, incluido un modo de mantenimiento de carga, que puede ser útil cuando dejas los faros o la luz interior encendidos durante una exposición o feria.
Aunque el costo inicial de un cargador potente como el GYS 100 pueda parecer elevado, desaconsejamos firmemente optar por un cargador de menos de 100A, ya que no podrá satisfacer todas tus exigencias como preparador de vehículos. Si se considera el costo de una unidad de control dañada y la inmovilización del vehículo en caso de interrupción de la reprogramación por falta de energía, la inversión en un cargador GYS se vuelve rápidamente rentable.
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